Nuestro camino hacia una educación respetuosa.
Las inquietudes acerca de un modelo educativo más respetuoso con el ritmo de los niños hizo que hace más de 8 años un grupo de padres, madres y profesionales del ámbito educativo nos uniéramos en torno a esa idea y poco a poco se fuera forjando lo que a día de hoy es el Jardín de infancia Waldorf de Ávila.
De los primeros encuentros en un parque de Ávila en los que compartíamos meriendas y debates pedagógicos comenzaron a salir las primeras propuestas.
Teníamos claro que queríamos un ambiente seguro y respetuoso con nuestros hijos, en el que la participación de las familias fuera un elemento clave, que tuviera el juego como elemento central y que por encima de todo se respetase la individualidad de cada menor. Esto nos llevó a crear una asociación sin ánimo de lucro y a buscar una maestra que, desde la pedagogía Waldorf, quisiera comenzar esta andadura, así fue como arrancó La Chocita del Valle.
Todo comenzó en un ambiente rural, donde podíamos disfrutar del contacto con la naturaleza, los animales y la tranquilidad. En el segundo año decidimos acercarnos a la ciudad para que poco a poco más familias pudieran sumarse al proyecto. Buscamos una ubicación que permitiera seguir disfrutando de la naturaleza y mantener así los pilares pedagógicos en los que basábamos el proyecto.
La implicación de familias y maestras fueron cruciales en estos primeros años para que la iniciativa sentara sus bases. La escuela fue el sueño educativo de unas familias que creían que otra forma de educar era posible.
Esta semilla fue creciendo y transformándose con el tiempo en el Jardín de infancia Waldorf de Ávila convirtiéndose así en una alternativa en la ciudad centrada en una educación respetuosa.
